La mejor
forma de estimular el lenguaje es hablar con el niño y
dejar que
nos hable con tranquilidad. Hay que tener en cuenta que:
- La
Televisión no puede sustituir la estimulación del niño.
- Dejar
que hable: no interrumpirle ni hablar por él.
- Los
padres sois el ejemplo de cómo usar el lenguaje para el niño.
Por tanto,
hablar correctamente, sin gritar, despacio, con frases
comprensibles
y bien ordenadas.
- También
sois su ejemplo de hablar educadamente: pedir por favor,
dar las
gracias, expresar sentimientos sin herir, no usar “tacos”...
- Exigirle
que pida las cosas “por favor”, que “dé las gracias”, que no
interrumpa cuando alguien habla...
- Exigirle
que hable con frases, no con palabras. Por ejemplo, si para pedir agua dice. “¡agua!”,
exigirle que diga: “Por favor, ¿me das agua?”
- Hacer
juegos de terminar frases: “El coche va...”
- Jugar
a representar papeles de distintos personajes: La maestra,
el médico,
el vendedor...
- Que
os cuenten sus experiencias en el colegio y vosotros contadle
las vuestras.
- Traducir
su habla. Si os quiere decir algo y lo hace incorrectamente, repetir lo que
quiere comunicar correctamente:
“Lo que me quieres decir es que...”
En cuanto a la adquisición
de vocabulario, se puede trabajar a partir de situaciones como:
Enseñadle
el nombre de los objetos habituales de la casa y jugar a
preguntárselos:
“¿Cuál es el tenedor...? ¿Cómo se llama esto?”
- En
viajes y salidas decidle el nombre de las cosas que van viendo.
- Lo
mismo si veis con ellos la televisión o un libro con ilustraciones.
- Explicarle
el nombre de los objetos que aparecen en los cuentos y
canciones.
- Jugar
al “veo - veo”.
- Contestar
siempre que os pregunte “¿Qué es esto?”
- Procurar
hablar y pronunciar en casa correctamente.
- Si
tienen errores en algunos sonidos corregirlos sólo una vez en
cada
ocasión. Por ejemplo, si dice “palatano”, decidle sólo una vez:
“No...
mírame, se dice así “plátano”, a ver dilo tú” . Si lo dice
correctamente
elogiadlo, si lo vuelve a hacer mal, no corregirlo.
- No
imitar su lenguaje infantil, sus errores o reírle la gracia de
pronunciar
mal.
- Evitar
los alimentos triturados o biberón a partir de los 3 años: no
se
fortalecen los órganos de la boca para el habla: paladar, lengua,
dientes...
- Si
observáis algún problema físico (frenillo) comentadlo con el
pediatra.
- Estructurar
correctamente la frase. Exigirle que él lo haga
también.
- Fomentar
preguntas de Qué, quién, cómo...
- Jugar
a decirle una palabra y que diga una frase. Luego con dos...
- Jugar
a decirle una frase de 3 ó 4 palabras desordenadas y la
tiene que
decir ordenadamente.
- Jugar
a los “trabalenguas”.
- Jugar
a alargar las frases.
- Si
presenta alguna dificultad en el movimiento de la lengua, en el
soplo, en
el control de la respiración o en un sonido en particular
(por
ejemplo en la “r”), pedir orientaciones al tutor/a.
- Hacer
juegos de DICRIMINACIÓN AUDITIVA: Adivinar a qué
corresponden
sonidos (imitar animales, teléfono, dejar caer las
llaves...).
Jugar a “cazar” sonidos de letras. Por ejemplo, cada vez
que se oiga el sonido “rr” en
unas palabras, levantamos la mano.
No os quepa la menor duda que, es el entorno
familiar,el contexto clave, decisivo e insustituible para la estimulación y
desarrollo del lenguaje del niño.